Por: Pedro Miguel Fernández
Advertía Watson: en
ocasiones, “manipulamos los hechos para
que se acomoden a una teoría, en lugar de elaborar teorías que se ajusten a los
hechos”. Es decir que, muchas veces, en vez de formular ideas que nos
permitan constatar la veracidad o falsedad de los sucesos, tomamos los sucesos
y los manipulamos para que encajen en nuestras ideas pre-concebidas, en
nuestros pre-supuestos, en nuestros pre-juicios. Por ejemplo, una persona que desconfía
de la fidelidad de su pareja, no busca convencerse de que su pareja le es fiel,
sino comprobar la infidelidad de esta. Esta persona saca los hechos de su
contextos y, de esta manera, altera el significado de los mismo. Por ejemplo,
el hombre ve a su mujer conversando con otro hombre y piensa en su interior que
ese es el amante, cuando lo cierto es que sólo están hablando del nuevo
millonario que se sacó el loto... Para el estilo detective, todo lo que le
parece inusual es sospechoso y si alguien le quiere hacer ver que está
equivocado, se convierte en cómplice y sospechoso, pues, a su parecer, se está
poniendo en su camino para que no compruebe su teoría.
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