martes, 8 de noviembre de 2011

AMOS: EL PROFETA DE LA JUSTICIA


Por: Pedro Miguel Fernández H.

Introducción:

En el devenir histórico del pueblo de Israel fueron muchas las ocasiones en las que Dios se manifestó al pueblo. Por eso, decimos que la historia de Israel es la historia de un pueblo que caminó con su Dios. Dios se revela por primera vez a Moisés en Horeb y le dice que su nombre es Yahvé, él es el Dios de Israel (cf. Ex 3.14-15). Como Dios de Israel, era su compromiso velar por el bienestar del pueblo en tanto que el pueblo debía serle fiel.

Pues bien, Yahvé hace su primer acto salvífico a favor del pueblo y lo liberta de Egipto (cf. Ex 14), lo lleva al desierto y allí les da instrucciones de cómo debían actuar (Ex 20-23.19; Lev 17-26; Deut 12-16). Es allí donde se instaura el sacerdocio para que sirviera a Yahvé. Pero pasado el tiempo el sacerdocio empieza a declinar, por causa de la corrupción dentro del mismo (1Sam 3). La decadencia moral del sacerdocio da paso el profetismo en Israel alrededor del año 1100 a.C.

Dentro del profetismo en Israel tenemos dos etapas generales: la de los profetas del “dabar” (de la palabra) y la de los profetas escritores. En sentido general, el profetismo empieza con Samuel, el cual es profeta y sacerdote. Después de Samuel el profetismo y el sacerdocio se dividen para formar dos grupos, en el mayor de los casos, opuestos entre sí. El sacerdocio se encargaba del culto, mientras que los profetas se encargaban del dabar (decir la palabra de Dios). Para el sacerdocio muchos profetas eran sus enemigos (cf. Am 7.10), mientras que para los profetas los sacerdotes eran idólatras (cf. Am 5.25-26).

Con el paso del tiempo y el avance de la monarquía el profetismo se dividió entre profetas pro-monárquicos y anti-monárquicos, es decir, profetas de la corte y profetas del pueblo. Además, en el discurrir del tiempo, se crearon escuelas proféticas, donde se reunían todos los que eran profetas; a los que pertenecían o provenían de una escuela profética se los llamaba “hijos de profetas”.

En el siglo VIII a.C., alrededor del 760, durante el gobierno de Jeroboam II, encontramos el primero de los profetas escritores, en el Reino del Norte (Israel). Se trata del profeta Amós, el cual, contrario a la práctica del momento, no provenía de una escuela profética; pero, según él, Yahvé lo llamó para que profetizara contra Israel (Am 7.14-15).

Acerca del profeta Amós trataremos en esta ocasión, por medio de un análisis socio-histórico-estructural. En dicho análisis ponderaremos la “justicia social” como eje transversal de la predicación de Amós.

 
1.     Israel en tiempos de Amós:

Alrededor del año 930 a.C., con la muerte de Salomón, el reino se dividió en dos partes: una parte se fue tras Jeroboam y otra parte se quedó con Roboam (cf. 1Re 12). Como resultado de esta división se crearon dos reinos: el Reino del Norte (Israel) y el Reino de Sur (Judá). Israel creció y se desarrolló más rápido que Judá, porque estaba situado en las llanuras del Jordán y tenía más productividad agrícola e intercambio económico con los pueblos vecinos. Pero Judá al estar establecido en las montañas rocosas del sur, había poca productividad económica y no tenía tanto intercambio.

Alrededor del 880 a.C. llegó al trono de Israel Omrí (cf. 1Re 16.23-28). Aunque la Biblia no nos da muchos datos sobre él, según los registros asirios, este fue el rey que llevó a Israel a su máximo nivel económico. Tras Omrí gobernó Acab (cf. 1Re 16.29) su hijo. Luego gobernaron otros, hasta que, alrededor del 770 a.C., empezó a gobernar Jeroboam II.

Bajo el gobierno de Jeroboam II, Israel alcanzó un alto desarrollo económico. Los ricos construían casa y viñas, el culto se ejercía con normalidad, se hacían grandes sacrificios, todas las celebraciones eran a gran escala, había mucha prosperidad en todo el reino.


2.     Injusticia social:

Es en ese contexto de gran auge económico y prosperidad, donde Amós abre su boca en profecía contra Israel (Am 2.6-16) y levanta una elegía (llanto fúnebre) contra el pueblo (Am 5.1-3; 16-19). Precisamente la predicación de Amós parecía contraria a la realidad, porque si todo estaba en prosperidad ¿Cómo es que este profeta levanta un llanto como si todos estuvieran muertos? (Am 5.1-3).

Para comprender la profecía de Amós, se hace necesario saber cuál era la base del auge económico del pueblo:

Así dice el Señor: A Israel, por tres delitos y por el cuarto, no le perdonaré: porque venden al inocente por dinero y al pobre por un par de sandalias; revuelcan en el polvo al desvalido y tuercen el proceso del indigente. Padre e hijo van juntos a una mujer profanando mi santo nombre; se acuestan sobre ropas dejadas en fianza, junto a cualquier altar, beben vino de multas en el templo de su Dios (Am 2.6-8).

¡Ay de los que convierten la justicia en amargura y arrastran por el suelo el derecho…, odian a los fiscales del tribunal y detestan al que depone exactamente! "Pues por haber vulnerado al indigente exigiéndole un tributo de grano, si construís casas de sillares, no las habitaréis; si plantáis viñas selectas, no beberéis de su vino. Sé bien vuestros muchos crímenes e innumerables pecados: estrujáis al inocente, aceptáis sobornos, atropelláis a los pobres en el tribunal (Am 5.7, 10-12).

Nota: estos textos fueron tomas de la versión (Biblia del Peregrino) de Luis Alonso Schökel.

Al leer estos textos nos damos cuenta de que el gran auge económico que había alcanzado el pueblo, estaba basado en la explotación, la masacre y el atropello del pobre, el inocente, el desvalido, etc. Una gran prosperidad en el reino, basada en la injusticia social. Esto es lo que Amós no aguantaba y, contra ello, profetiza.


a.      Víctimas de la injusticia social:
Porque venden al justo (tsadiq) por dinero y al pobre ('ebyon) por un par de sandalias, pisan contra el polvo de la tierra la cabeza de los débiles(dal)  y desvían el camino de los humildes (anav) Am 2.7
Escuchad esta palabra, vacas de Basán que moráis en la montaña de Samaria, las que oprimís a los débiles,(dal) las que maltratáis a los pobres,('ebyon) las que decís a vuestros maridos:  “Trae de beber” Am 4.1
Pues bien, ya que vosotros pisoteáis al débil(dal)  y le cobráis tributo de grano... opresores del justo (tsadiq) que aceptáis soborno y atropelláis a los pobres ('ebyon) en la puerta. Am 5.11-12
Escuchad esto los que pisoteáis al pobre ('ebyon) y  queréis suprimir a los humildes (anav) de la tierra... falsificando balanzas para comprar por dinero a los débiles (dal) y al pobre ('ebyon) por un par de sandalias... Am 8.4-6

b.      Definición conceptual de las víctimas:
'ebyon: mendigo, pobre dependiente de ayuda
dal: socialmente débil, jornalero
anav: oprimido, humillado
tsadiq: justo, recto


3.     Estructura del libro de Amós:

El libro de Amós está estructurado de la siguiente manera:

I. Profecías contra las naciones.
·      6 profecías contra las naciones vecinas, más Judá e Israel (Am 1-2).
·      Estructura de las profecías:
o  Así dice Yahvé.
o  Por tres crímenes de... y por cuatro.
o  Castigo.

II. Palabras contra Israel:
·      Encuentro con Dios (Am 3.1-4.13)
·      Exhortación central: buscad a Yahvé (Am 5.1-17)
·      Ayes contra Israel (5.18-6.14)

III. Visiones de Amós
·      “Esto me hizo ver el Señor Yahvé” (7.1,4,7; 8.1)
o  langostas
o  fuego
o  plomada
o  fruta madura
·      “Vi al Señor” (9.1-10)
·      Perspectivas de restauración (9.11-15)

 
4.     Vocación y predicación de Amós:

Como ya habíamos dicho, Amós no se considera a sí mismo como profeta, sino simplemente como alguien a quien Yahvé había enviado a denunciar la injusticia de Israel contra el pueblo menos pudiente. Quizás el no se considera como profeta, porque no sale de una escuela profética. Pero hoy podemos afirmar sin duda que Amós fue un gran profeta y que su profecía tiene actualidad para todos los tiempos. A continuación veamos cómo Amós describe su vocación o llamado:

Entonces respondió Amós, y dijo a Amasías: No soy profeta, ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y recojo higos silvestres. Y Jehová me tomó de detrás del ganado, y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel (Am 7.14-15).

Amós no era uno de los grandes profetas que provenían de una de las escuelas proféticas, era simplemente un campesino más, al que Dios toma detrás del ganado para que lleve su palabra. Su predicación era tajante y radical (Am 5.1-3), el pueblo ha caído. No había forma de escapar (Am 5.5), nisiquiera en los lugares de culto. Solo había una salida, era buscar a Yahvé (Am 5.4, 6). Pero ¿cómo lo iban a buscar? ¿A través del culto? No. Respecto al culto Dios dice:

Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me complaceré en vuestras asambleas. Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados. Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos (Am 5.21-23).

Así que, no era a través del culto que encontrarían a Yahvé, pero de no ser así ¿Qué se podía hacer? Pues el pueblo pensaba que era de esa manera que Dios se agradaba, pero Dios decía que eso era un sufrimiento para él. El camino para encontrar a Yahvé era el siguiente:

Pero corra el juicio (mishpat) como las aguas, y la justicia (tsedeqah) como impetuoso arroyo (Am 5.24). El camino para buscar a Yahvé, lo que le agradaba, estaba expresado en el binomio: mishpat y tsedeqah (justicia y rectitud).


5.     Justicia y rectitud:

El binomio mishpat y tsedeqah (justicia y rectitud), aparece 89 veces en el Antiguo Testamento, 43 veces en los textos proféticos, lo cual demuestra su importancia para los profetas. Estos términos eran comprendidos como dones de Yahvé para su pueblo. Su ámbito de acción eran las relaciones comunitarias.

tsedeqah se refiere a relaciones de fidelidad, lealtad y justicia en la comunidad que caracterizan y mantienen el orden establecido por Yahvé. Un orden de existencia que asegura el bienestar colectivo. La tsedeqah debía ser mantenida por medio del cumplimiento de normas, ordenanzas, prácticas y costumbres. La tsedeqah eran las acciones de justicia.

mishpat describe el derecho inherente de los débiles – la causa justa de los marginados. Son las normas de conducta que conducen a tsedeq. El tsedeq: el principio de justicia.

Dios creó el mundo armónico y equilibrado, para que toda su creación subsistiera en armonía, para que los seres humanos vivan en equidad y sin necesidades. En tal sentido la injusticia es la ruptura del orden divino, es irse en contra del plan del Dios creador, es hacer guerra contra Dios.

Textos anexos sobre la justicia:
1. Característica de Dios.
3. Un ideal social:
Sal 99.1-4
El Señor reina, tiemblen las naciones entronizado sobre querubines... El poder real ama la justicia (mishpat) tú has establecido la rectitud; tu administras para Jacob justicia (mishpat) y derecho (tsedeqah).
Is 16.5
Habrá en la tienda de David un trono fundado en la lealtad (hesed) y la verdad ('emet): en él se sentará un juez celoso del derecho (mishpat) solícito de la justicia (tsedeq).
Sal 89.15 Justicia (tsedeq) y derecho (mishpat) sostienen tu trono Lealtad (hesed) y fidelidad ('emet) se presentan ante ti.

Jer 23.5
Mirad que llegan días.. en que daré a David un vástago legítimo. Reinará como rey prudente, y administrará la justicia (mishpat) y el derecho (tsedeqah) en el país.
Is 5.16
El Señor de los ejércitos será exaltado al juzgar (mishpat) el Dios Santo muestra su santidad por su justicia (tsedeqah).
Amós 5.24
...que fluya como el agua el derecho (mishpat) y la justicia (tsedeqah) como arroyo perenne.
2. Rasgo don otorgado al rey por Dios:
4. Actuación justa en el ámbito social:
Sal 72.1-2:
Confía, oh Dios, tu juicio (mishpat) al rey,  al hijo de rey tu justicia (tsedeqah),  que gobierne rectamente (tsedeq) a tu pueblo, a tus humildes con rectitud (mishpat).
Ez 45.9
Basta ya, príncipes de Israel. Apartad la violencia y la rapiña  y practicad el derecho (mishpat) y la justicia (tsedeqah). Dejad de atropellar a mi pueblo.

Is 1.17 Dejad de obrar mal, aprended a obrar bien: buscad el derecho (mishpat),  enderezad al oprimido, proteged a la viuda.
Y el derecho de los pobres no sentenciaban”. Jer 5.28 (cf. Is 10.2)

“No torcerás el derecho del forastero ni del huérfano...” (Dt 24.17)
Is 1.17
Dejad de obrar mal, aprended a obrar bien: buscad el derecho (mishpat),  enderezad al oprimido, proteged a la viuda.


Problema material: Posesión de la tierra

Ay de los que juntáis casa con casa y campo a campo anexionáis hasta ocupar todo el sitio... Is 5.8


Problema político: administración de la justicia

Ay de los que... absuelven al malo por soborno y quitan al justo su derecho. Is 5.23

Ay de los que decretan decretos inicuos...excluyendo del juicio a los débiles y atropellando el derecho de los míseros de mi pueblo... Is 10.1-2

...detestan al censor en la puerta y aborrecen al que habla con sinceridad. Am 5.10
No torcerás el derecho, no harás acepción de personas, no aceptarás soborno.. Justicia, sólo justicia has de buscar... Dt 16.19-20

No despojes al pobre por ser pobre,  no atropelles al humilde en el tribunal porque Yahvé defenderá su causa y quitará la vida de sus opresores. Prov 22.22-23
Problema social: abuso de los débiles

Practicad el derecho y la justicia. Librad al oprimido de manos del opresor, y al forastero, al huérfano y a la viuda no atropelléis, no hagáis violencia ni derraméis sangre inocente en este lugar. Jer 22.3

…tomas a usura e interés, explotas a tu prójimo con violencia, y te has olvidado de mí... Ez 22.12


Porque venden al justo por dinero y al pobre por un par de sandalias. Am 2.6

Escuchad esto los que pisoteáis al pobre y queréis suprimir a los humildes de la tierra diciendo: ¿Cuando pasará el novilunio para vender el grano, y el sábado para dar salida al trigo, para achicar la medida y aumentar el peso, falsificando balanzas de fraude...? Am 8.4-5
No vejarás a viuda alguna ni a huérfano. Si los vejas y claman a mí, yo escucharé su clamor, se encenderá mi ira y os mataré a espada... Ex 22.21-22

No prestarás a interés a tu hermano, sea rédito de dinero o de víveres o de cualquier otra cosa que produzca interés. Dt 23.20

Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás al ponerse el sol... Ex 22.25

No tendrás en tu bolsa pesa y pesa, una grande y otra pequeña. No tendrás en tu casa medida y medida, una grande y otra pequeña... Dt 25.13

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