martes, 22 de noviembre de 2011

¿POR QUE NUESTRAS PAREJAS NO SIEMPRE CUMPLEN CON LO QUE NOS DICEN?

Por: Pedro Miguel Fernández

Como hemos dicho repetidas veces, en el ser humano hay dos dimensiones totalmente opuestas entre sí. Cada una tiene su propio modo de ser específico, su propia lógica y su propia verdad. Estas dos dimensiones son: lo emocional y lo racional, el sentir y el pensar. Estas dos dimisiones son igualmente importantes. Sin lo emocional el ser humano no sería más que un robot, respondiendo a una programación lógica; sin lo racional el ser humano no sería más que un animal, respondiendo a impulsos emocionales. Lo importante será mantener equilibrada la balanza pensar-sentir del ser humano.

Enamorarse es, en el mayor y en el mejor de los casos, abrirse a lo emocional, al sentir, al placer. Esto no es malo, al contrario, es una experiencia vital. El problema se crea cuando el sentir desmedido inclina la balanza, desequilibrando en la persona su control emocional.

El caso es que, al enamorarse, si se desequilibra la balanza razón-emoción (lo cual sucede en la mayoría de enamorados), se pierde la capacidad de tomar decisiones racionales. Recordemos que lo emocional es irracional. Como es lógico, toda decisión irracional, tiene un alto porcentaje de terminar en desastre. A esto hay que agregar el hecho de que las emociones son pasajeras, es decir se agotan con el tiempo; esto se da como una forma de autoprotección de nuestro cuerpo, pues no aguantaríamos sentir por mucho tiempo una gran emoción, ello podría autodestruirnos. De aquí, que todo lo que se construye bajo los efectos de las emociones, tiende a agotarse con el tiempo; a menos que, pasado el efecto emocional, se siga sustentando con la razón. Esto explica por qué la mayor parte de las personas que se convierten en campañas evangelísticas no permanecen más que un corto tiempo en la iglesia; también, por qué la mayoría de las relaciones de parejas contemporáneas son tan efímeras.

Seamos claros, si tu pareja te dice en el momento de las caricias: “eres mi todo”, “no puedo vivir sin ti”, “eres mi universo”, etc. Puedes creérselo, pues lo más probable es que te lo esté diciendo con todo el corazón. Ahora, nunca olvides que, como todo lo dicho o construido bajo los impulsos emocionales es pasajero, esa verdad también es pasajera. La misma no tiene base en la realidad, sino en las emociones, en el sentir, en el placer. Por lo tanto lo más probable es que no dure más que el tiempo que dure la emoción.

Hoy hay muchas personas que sufren decepcionadas porque su pareja en un momento le dijo: “tú eres el amor de mi vida”. Sin embargo, le engañó con otra persona (pueden ser otros los ejemplos). Si te ha tocado vivir una situación similar, trata de recordar en qué momento te dijo tal cosa; si fue en un momento de emoción, ya sabes por qué no cumple con lo que te dijo.

Somos conscientes de que este tema es más complejo todavía, así que, más adelante seguiremos desarrollándolo.

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