Por: Pedro M. Fernández
No muchas
personas saben de qué va la Neuroética, incluso, en nuestro país, República
Dominicana, pocas personas saben que tal cosa existe. Por esta razón, trataré
de abordar el tema de forma que sea comprensible para todo público.
Antes de abordar
el tema de la Neuroética, considero pertinente aclarar qué es lo “neuro” y qué es la
ética. Lo neuro es una palabra que se toma del término neurona (las células del
Sistema Nervioso) y que sirve como prefijo de diversas disciplinas científicas
para formar el concepto de “Neuro-ciencia”, el cual es propuesto en 1969 por Ralph W. Gerard en el nacimiento de la Society for Neuroscience.
Dicho de forma
sencilla, la Neurociencia es el conjunto de disciplinas científicas que se
encargan del estudio del Sistema Nervioso y del cerebro en particular. Por
ejemplo, Neuroanatomía (estudia la estructura del cerebro), Neuropsicología (estudia
la relación entre el cerebro y la conducta), Neuroeducación (estudia cómo
aprende el cerebro), Neuroética (la relación entre el cerebro y la ética) y así
sucesivamente.
La ética es la
disciplina filosófica que estudia la moral y la moral tiene que ver con las
valoraciones que hacemos de la realidad respecto de lo bueno y lo malo. La ética
busca entender las bases de la moral humana. Además, cuáles son los códigos
éticos por los que debería regirse la persona.
Dicho esto, ¿qué
es la Neuroética? No podemos dar una definición única de la misma, sino que
primero debemos explicar qué es lo que trata de estudiar. La Neuroética nace en el año 2002 (aunque el concepto surge en el 1979), como una preocupación por
las implicaciones éticas de la investigación, la experimentación, la
intervención y la aplicación de los conocimientos provenientes de las modernas
neurociencias al ámbito del cerebro humano. A este estudio se le denominó la
Ética de la Neurociencia.
Por otro lado,
los neurocientíficos empezaron a preguntarse (dado que todas nuestras conductas
son el resultado del funcionamiento cerebral, según el paradigma neurocientífico), ¿cuáles son las bases
neurobiológicas de nuestras valoraciones morales? ¿Cuáles áreas del cerebro
están implicadas en nuestra conducta moral? ¿Existe en nuestro cerebro un
código moral que sirva de base para una ética universal? Entre otras preguntas.
A este estudio se lo llamó la Neurociencia de la Ética.
Esto quiere
decir que, por un lado, la Neuroética se preocupa (igual que la bioética) por
las implicaciones éticas de las intervenciones en el cerebro (Ética de la
Neurociencia); mientras que por el otro, intenta descubrir cuál es la base
neurobiológica que nos permite realizar valoraciones morales (Neurociencia de
la Ética).
Ahora bien, como
sabemos es la Filosofía la que primero se cuestionó por la cuestión ética desde
su dimensión axiológica. Por lo que se abre un diálogo entre la Neuroética y la
Filosofía en torno a cuál es el origen de la ética y la moral. Este nivel de la Neuroética
se conoce como la Neuroética filosófica.
Este nuevo campo, el de la Neuroética, avanza de forma vertiginosa. Hoy más de 30 mil neurocientíficos están inmersos en el estudio del mismo. Sin embargo, todo esto tiene implicaciones de diversas naturaleza en las distintas
esferas de la sociedad. Además de que ha generado diversas reacciones críticas. A analizar los avances, las implicaciones y críticas, así como, sus costos y
beneficios, dedicaremos otros artículos.
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