Por: Pedro M. Fernández
La vida del ser
humano se desarrolla en el binomio sueño-vigilia: estamos despiertos o estamos
durmiendo. Mientras dormimos suceden diversos acontecimientos fisiológicos en
nuestro organismo necesarios para mantenernos con vida y saludables. Dichos
acontecimientos son ya ampliamente comprendidos y explicados por la ciencia.
Ahora bien, un
fenómeno que tiene lugar mientras dormimos es el soñar. Para lo cual, al
momento, no tenemos una compresión clara y una explicación científica
concluyente. Desde luego, contamos con diversas hipótesis y teorías
explicativas. Pero pese a los muchos estudios en el campo de lo onírico, es muy
poco consistente lo que sabemos al respecto, sobre todo cuando nos preguntamos
¿qué son los sueños? ¿Por qué y para qué soñamos? ¿De dónde sale el contenido
de los sueños? ¿El porqué de los diversos sueños? Por el momento, sólo podemos
especular e hipotetizar al respecto.
Siguiendo el
pensamiento cognitivista puede afirmarse que los procesos cognitivos son el
producto del funcionamiento neuronal en su procesamiento de la información.
Ahora bien, el pensamiento post-estructuralista advierte que no se pueden
reducir los procesos cognitivos al mero procesamiento de información, también
hay que tomar en consideración que el pensamiento es un constructo social, en
otras palabras, los contenidos del pensamiento son constructos sociales
abstraídos mediantes procesos de socialización.
Por otra parte,
siguiendo a las neurociencias, cabe recordar que el cerebro es plástico, y la
nueva información construye nuevas conexiones, modificando de esta manera la
estructura cerebral. Entonces, puede decirse que nuestro cerebro se va
transformando mediante la socialización.
Hasta aquí
podemos afirmar que la cognición tiene que ver con factores genéticos,
neurológicos y sociales. Pues la genética constituye la base del conectoma
humano, las neuronas constituyen dicho conectoma y son la base neuroanatómicas
y neurofisiológicas de la cognición, la interacción social provee los
contenidos de la cognición, crea y modifica las estructuras neuronales.
El otro elemento
a tomar en consideración es el hecho de que por cuestiones de tiempo, el
cerebro procesa información de forma consciente e inconsciente, siendo esta
última (hasta donde sabemos) la más abundante.
Ahora, el
pensamiento, la atención, la percepción y la memoria, son facultades cognitivas
que permiten procesar y almacenar diverso tipo de información. Además, poseemos
una facultad (la inteligencia) que nos permite utilizar y repesar la
información en busca de soluciones o nuevas posibilidades.
Mientras
dormimos nuestro cerebro realiza un sinnúmero de actividades, entre ellas,
soñar. Para algunos los sueños no son más que una sucesión de imágenes, como
una película con la que el cerebro se entretiene mientras trabaja. Cosa rara,
entretenerse mientras se trabaja. Para otros, los sueños son una forma en que
el cerebro busca resolver problemas de los que nos plantea la cotidianeidad.
Otros dirán que mediante los sueños el cerebro busca exponernos a nuestros
temores en busca de que podamos superarlos, otros que los sueños son deseos
reprimidos, entre otros.
En nuestra
opinión los sueños están compuestos por el amplio contenido de información
consciente e inconsciente almacenados en los diversos tipos de memorias,
proveniente de la interacción social y de la probabilidad de producción de
nuevas informaciones en base a la interacción de la información ya existente;
esto, basado en la capacidad creativa imaginativa de cada cerebro y de factores
como las creencias, las valoraciones, los razonamientos, motivaciones, etc.
Ahora bien, ¿qué
significa todo esto? ¿Para qué sirve? ¿Cuál es la razón de ser de los sueños?
Hay que seguir analizando…
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