domingo, 26 de marzo de 2017

“EL MISTERIO DE SOÑAR”

Por: Pedro M. Fernández

La vida del ser humano se desarrolla en el binomio sueño-vigilia: estamos despiertos o estamos durmiendo. Mientras dormimos suceden diversos acontecimientos fisiológicos en nuestro organismo necesarios para mantenernos con vida y saludables. Dichos acontecimientos son ya ampliamente comprendidos y explicados por la ciencia.

Ahora bien, un fenómeno que tiene lugar mientras dormimos es el soñar. Para lo cual, al momento, no tenemos una compresión clara y una explicación científica concluyente. Desde luego, contamos con diversas hipótesis y teorías explicativas. Pero pese a los muchos estudios en el campo de lo onírico, es muy poco consistente lo que sabemos al respecto, sobre todo cuando nos preguntamos ¿qué son los sueños? ¿Por qué y para qué soñamos? ¿De dónde sale el contenido de los sueños? ¿El porqué de los diversos sueños? Por el momento, sólo podemos especular e hipotetizar al respecto.

Siguiendo el pensamiento cognitivista puede afirmarse que los procesos cognitivos son el producto del funcionamiento neuronal en su procesamiento de la información. Ahora bien, el pensamiento post-estructuralista advierte que no se pueden reducir los procesos cognitivos al mero procesamiento de información, también hay que tomar en consideración que el pensamiento es un constructo social, en otras palabras, los contenidos del pensamiento son constructos sociales abstraídos mediantes procesos de socialización.

Por otra parte, siguiendo a las neurociencias, cabe recordar que el cerebro es plástico, y la nueva información construye nuevas conexiones, modificando de esta manera la estructura cerebral. Entonces, puede decirse que nuestro cerebro se va transformando mediante la socialización.

Hasta aquí podemos afirmar que la cognición tiene que ver con factores genéticos, neurológicos y sociales. Pues la genética constituye la base del conectoma humano, las neuronas constituyen dicho conectoma y son la base neuroanatómicas y neurofisiológicas de la cognición, la interacción social provee los contenidos de la cognición, crea y modifica las estructuras neuronales.

El otro elemento a tomar en consideración es el hecho de que por cuestiones de tiempo, el cerebro procesa información de forma consciente e inconsciente, siendo esta última (hasta donde sabemos) la más abundante.

Ahora, el pensamiento, la atención, la percepción y la memoria, son facultades cognitivas que permiten procesar y almacenar diverso tipo de información. Además, poseemos una facultad (la inteligencia) que nos permite utilizar y repesar la información en busca de soluciones o nuevas posibilidades.

Mientras dormimos nuestro cerebro realiza un sinnúmero de actividades, entre ellas, soñar. Para algunos los sueños no son más que una sucesión de imágenes, como una película con la que el cerebro se entretiene mientras trabaja. Cosa rara, entretenerse mientras se trabaja. Para otros, los sueños son una forma en que el cerebro busca resolver problemas de los que nos plantea la cotidianeidad. Otros dirán que mediante los sueños el cerebro busca exponernos a nuestros temores en busca de que podamos superarlos, otros que los sueños son deseos reprimidos, entre otros.

En nuestra opinión los sueños están compuestos por el amplio contenido de información consciente e inconsciente almacenados en los diversos tipos de memorias, proveniente de la interacción social y de la probabilidad de producción de nuevas informaciones en base a la interacción de la información ya existente; esto, basado en la capacidad creativa imaginativa de cada cerebro y de factores como las creencias, las valoraciones, los razonamientos, motivaciones, etc.


Ahora bien, ¿qué significa todo esto? ¿Para qué sirve? ¿Cuál es la razón de ser de los sueños? Hay que seguir analizando…

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