miércoles, 21 de junio de 2017

“NO EXISTE LA EYACULACIÓN PRECOZ”

Por: Pedro Miguel Fernández - 2013

Si alguien insistiera en afirmar esto de seguro se ganaría la desavenencia primero de los miles de hombre que están convencidos de que sufren de este “terrible mal”, también de las miles de mujeres que reafirman esta condición en el hombre; además, de los miles de clínicos que han definido, clasificado y medicalizado esta “maléfica enfermedad” y, sobre todo, de las grandes empresas farmacéuticas que se lucran de esta “desgracia masculina”. Hasta puede que también de algunos terapeutas que se ganan la vida curando la eyaculación precoz.

Sin embargo, como yo soy un poco mayorcito, y soy dueño de lo que digo y de lo que cayo, he decido abordar este importante tema de la sexualidad de forma objetivamente crítica.

Lo primero que me atreveré a afirmar es que la eyaculación precoz no es una condición biológica, sino una construcción socio-cultural, basada en una visión coito-céntrica de la sexualidad. En esta visión el falo (pene erecto) es símbolo de la virilidad masculina, el hombre tiene el poder y el control y eso lo demuestra manteniendo su pene erecto por mucho tiempo. Además, como aquí la única forma de sexualidad es el coito, para ello es necesario que el pene esté erecto o se acabó la función.

Ahora, ¿es esta forma de sexualidad una creación de Dios, o el resultado de un proceso biológico? No. Ninguna de las dos, ni Dios ni la biología tuvieron que ver con esto, sino las sociedades patriarcales. Si hablamos en términos biológicos de reproducción, el tiempo que se dure para eyacular no determina la fecundación, así que no fue la biología. Y si nos vamos el mundo cristiano, me he leído toda la Biblia y no he visto ni un texto donde Dios diga cuanto tiempo debe durar el pene erecto antes de eyacular.

Entonces, ¿qué es la eyaculación precoz? Hablando para el sentido común, digamos es aquella persona que eyacula antes del tiempo promedio o entendido como normal, y termina con la pérdida de la erección al llegar al periodo refractario. La clínica clásica clasifico en difusión primaria: cuando se repetía siempre; y en secundaria: cuando sucedía esporádicamente. También estableció una distinción temporal: ejaculatio ante portas (eyacular ante la puerta) y ejaculatio intra portas (eyacular entre la puerta). No hay que explicar cuál es la puerta.

¿Existe la eyaculación precoz? ¿Precoz en comparación con qué? ¿Es una enfermedad la eyaculación precoz? Desde que clasificamos, parametramos y asignamos tiempo a las cosas nos creamos un imaginario de que lo normal es lo que está dentro del parámetro o tiempo establecido y todo lo demás es deficiente o excesivo, a-normal. Así que lo medicalizamos.

La eyaculación o erección precoz no es una disfunción, enfermedad o problema perse. Sino que, la creencia de que existe un tiempo establecido, el miedo a la insuficiencia y que por eso se pierde la virilidad si crea problemas y enfermedades psicoafectivas, psicosomáticas y otras fisiológicas por el abuso de los fármacos. Además, recordemos que nuestro cerebro se engaña y cuando nos creemos demasiado algo, sea por miedo a convicción, termina volviéndose real.


En fin, como dice la sexóloga Valerie Tasso: “La eyaculación precoz, o quizás mejor dicho, el erectismo precoz, tiene que ver exclusivamente con los sentimientos de frustración y satisfacción, no con el paso de las manecillas”. Además, para el que está convencido de que es un eyaculador precoz“…no es tan importante el tiempo que se emplee en obtener el orgasmo como el convencimiento de que ese tiempo siempre va a resultar demasiado corto”. En definitiva, “La eyaculación precoz no es un problema del hombre sino del hambre”. Aquí cabe recordar al Nietzsche: “Todo amor piensa en el instante y en la eternidad, pero nunca en la duración”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SARS-COV-2 (COVID-19): Pánico, Demonios y Conspiraciones

"Una reflexión desde la Psicología Social y la Sociología de la Religión" Pedro M. Fernández “Es necesario que todo e...